La receta original de este postre era con chocolate negro, pero he de confesar que mi pasión es el chocolate blanco, y no podía ser de otra manera que intentara hacerla con chocolate blanco.

Tuve que modificar un poco la receta ya que el chocolate blanco no da el mismo resultado que el negro al llevar más manteca y mantequilla.

Pero finalmente consegui un postre fino y muy dulce… desde luego es para golosos, golosos…

Así que si eres  un galgete/a ya sabes, os dejo la receta y espero que os guste!!!

Ingredientes para 4 moldes

150 g de chocolate blanco

150 g de mantequilla sin sal

1 cucharada pequeña de vainilla

3 huevos

75 g de azúcar

1 c.s de harina

Elaboración.

En primer lugar, pondremos un cazo con agua a hervir y pondremos encima un bol con el chocolate y la mantequilla, remover bien hasta que quede todo bien mezclado, dejar que enfrie un poco.

En otro bol, batimos los huevos con el azúcar hasta obtener una mezcla cremosa.

Precalentar el horno a 200ºC.

Mientras enfria la mezcla preparamos los moldes, ponemos un poco de mantequilla en todo el molde y cortamos unos círculos de papel de hornear para poner en la base del molde, que nos servirán para desmoldar mejor el fondant.

A continuación vertemos con cuidado y poco a poco la mezcla de huevos y azúcar sobre la de chocolate sin dejar de batir.

Cuando este bien mezclado, añadimos una cucharada sopera de harina,  volvemos a remover y vertemos en los moldes.

Metemos en el centro del horno 8 minutos si son de metal, si teneis moldes de otro material probar con la temperatura.

Cuando lo saquemos, lo dejamos enfriar unos 5 minutos y los desmoldamos, cortando los bordes con un cuchillo y volcando en un plato. Acordaos de retirar el papel del fondo, que no es comestible….

Este plato se puede servir tanto frio como caliente… a mi me gusta más cuando el corazón se queda un poco caliente…